Lo que tenía que pasar.

Ya hace tiempo he dejado este blog porque me parecía que debía guardar un luto tras el término de una relación muy larga pues en parte fue inspiración de muchas de las cosas que aquí he escrito. Porque me sentía culpable, y porque temía que viera mis escritos y se sintiera mal. Pero ahora veo que es mi blog y que nuestras vidas deben avanzar. Y esta es la última ocasión en que le menciono... Esto lo comparto, porque puede que exista alguien a quien le suceda algo similar. Además creo que ahora me toca entender que las cosas suceden siempre por algo, que la vida es volátil y que bien, por trillado que parezca mi comentario, pasó lo que tenía que pasar... Y pasó lo que tenía que pasar para darnos cuenta de lo que estaba pasando... Pasó lo que tenía que pasar para abrir mi corazón y aferrarme a él. Para entender que debía amarme con mis defectos, con mis virtudes, y jamás anteponer a alguien a estos sentimientos, pasó lo que tenía que pasar para darme cuenta de que me estaba olvidando de mí. Es demasiado fácil juzgar cuando no sabes lo qué pasa... Es fácil tratar de imponer diálogos a figuras en silencio y sin movimiento. Es fácil manipular historias como los hilos que mueven aquel títere, pero nadie supo todo lo que tuvo que pasar... En algún momento pensé que la vida se acomodaría por sí sola y que un día sentiría lo que "debía" sentir, y que la vida me daría lo que merecía, pero la vida ya me lo estaba dando y yo lo estaba rechazando porque tenía un miedo petrificante a afrontar las consencuencias... La vida ya me lo estaba dando todo pero mi falta de valentía y mi falta de perseverancia me estaba haciendo perderlo todo a su vez. Un día entendí que por más que me doliera las sonrisas de todas esas fotografías publicadas estaba a medias, porque algo me faltaba... Y por un momento pensé que la persona con quien estaba no me hacía feliz, pero ¿Por qué no me hacía feliz? Si era tan buena y la relación era tan divertida y tan blanca y mágica, pues nada de lo que pasaban mis amigas con relaciones tóxicas me pasaba a mí... Y esta preguntaba me volaba la cabeza, pero ahora me pregunto ¿Por qué pensaba que esa persona debía hacerme feliz? ¿Por qué alguien más debería actuar en nombre de mi única y exclusiva felicidad? ¿Por qué estaba yo ahí cuando algo me faltaba? ¿Por qué no me di cuenta antes de que necesitaba quererme? Y como lo dije antes, con todos mis defectos y virtudes... Y dentro de esos defectos y virtudes, junto con algunas peculiaridades yo deseaba algo único, yo deseaba algo que me cansé de esperar, yo deseaba reír como lo hacían los demás, y deseaba también conocer a alguien que me moviera el mundo, deseaba enamorarme perdidamente y que de malo tiene si al final soy una persona lo bastante emocional para vivirlo. Dejó de importarme la aprobación ajena y un día con todo el dolor de mi corazón tuve que renunciar a lo que no me estaba haciendo feliz, que si bien podría hacer feliz a cualquiera... A mí no, y me cansé de imponerme órdenes a mí misma. Me cansé de tratar de implantarme la idea de que yo tenía que ser como el resto y de que si los demás me veían feliz es porque aunque yo no lo supiera yo era feliz, porque realmente no lo era. La pasaba bien y eso es muy diferente. Pasaba momentos bonitos y agradables, me divertía, me tomaba buenas fotos, pero no era lo suficientemente feliz, y como no se puede ser medianamente deliz, simplemente se es o no, entonces no lo era. Un día decidí arriesgarme a perderlo todo. Pero ¿Qué era todo? si mis brazos, mis piernas, mi mente, mi corazón, mi escencia y mi alma seguían conmigo. Tan sólo me estaba deshaciendo de la costumbre y de un fuerte vínculo con alguien que si bien amé, y amé mucho no era la persona con la que podría continuar mi vida, y esto no se trata de que no me haya visualizado con ella porque claro que al ser lo único que conocía por años me visualizaba con ella, porque sentía que debía hacerlo, porque forzaba a mi mente, o me venía a la mente como esas ideas en que no te queda de otra. Y con esto no quiero decir que no disfrutaba estar con ella, porque aunque parezca confuso en realidad la amaba pero no la amaba como sabía que mi corazón deseaba hacerlo... La amaba como mi confidente, la amaba como mi mejor amiga y compañera, como la persona que me cuidaba y claro que cuidaría ante cualquier inportunio, la amaba como la persona despreocupada que lograba mi balance, como la persona en quien más confiaba y la persona que velaba por mi sonrisa, y me gustaba retribuirle de igual manera. Pero anhelaba sentir ese deseo desenfrenado por verla, como lo hice en un inicio cuando me estrenaba en mis veintes. Anhelaba verla siempre atractiva y querer comerle los labios al besarle... Anhelaba sentirme deseada y ese calor en el vientre cada que se me acercaba. Anhelaba sentirme mujer, sentirme atractiva y deseada, sentir que era la persona más guapa que había visto durante el día y que yo lo fuera para ella. Anhelaba cerrar la puerta y nuestra vida fuera como hasta antes de cerrarla. Anhelaba el deseo, la pasión, la lujuria entre nuestros cuerpos fervientes. Anhelaba además esa protección entre sus brazos y un agradable aroma, anhelaba que alguien se arreglara para mí. Que alguien me hablara con palabras que reforzaran su papel, llegar a casa y que alguien se refiriera a mi como su amor, ante todos, ante sus amigos y ante su familia. Alguien que me lanzara miradas traviesas aún en público, alguien que me pidiera perdón por exhibir nuestra relación, alguien que me pidiera perdón por decirme "mi amor" frente a mis padres, alguien que me hiciera reír genuinamente y me hiciera contestarle que no pasa nada, que quiero que siempre lo haga esté quien esté, alguien que nos defendiera, y que me dejara hacer con su cuerpo, con su cabello lo que se me antojara, alguien que rompiera todas esas barreras de la propiedad y antes de cuestionarle me insistiera en que lo suyo es mío. Alguien que me lo dijera con tanta seguridad que me humedeciera con esa mezcla de excitación y de ternura, y me dieran ganas de besarle y jamás soltarle, alguien que me gritara locamente y de todas las formas que me quiere... Necesitaba vivirlo. Necesitaba sentir la fuerza de sus dientes en mis labios, la perfecta combinación del deseo y la sutileza. Necesitaba sentir que alguien me acariciara el cuello, el pecho, mientras me veía a los ojos. Necesitaba un amor romántico. Alguien que me viera tan bonito... Alguien que me abrazara mientras veíamos una película y yo lloraba. Alguien que repentinamente entrelazara sus manos a las mías intentando entender cada una de mis huellas. Necesitaba enamorarme de los ojos, de la nariz, de las orejas, de sus brazos y de cada una de las partes de su cuerpo. Necesitaba encontrar a alguien que me hiciera perder la razón para después equilibrarme y darme cuenta de que aunque no perdiera la razón estaría ahí conmigo. Alguien que fuera la perfecta combinación entre la dulzura y la locura. Alguien que me hiciera sentir la maldita mujer más hermosa cada que me viera, que trazara una sonrisa en su rostro más grande al verme a mí que al ver cualquier otra cosa, alguien que se sorprendiera ante lo más simple. Alguien simple. Alguien que gritara de la sorpresa, alguien con un amor loco y extrovertido como ella... Eso necesitaba. Y si de algo estoy segura ahora tengo lo que exclusivamente yo necesitaba...En cuanto a ... deseo encuentre si no es que ya lo hizo su felicidad absoluta, y que se aferre, que la viva, que viva todo lo que la convienrta en la mujer más chingonamente feliz de su mundo y que sepa que no importa que pasará después, siempre lo valdrá mientras pueda verse al espejo con esa delirante mirada y esa extasiante sonrisa, y entienda que pasó lo que tenía que pasar para que entendieramos lo que realmente estaba pasando.

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