Fragmento 21 de agosto.

Me he cansado ya de complicarme la vida. Dedo admitir que durante mucho tiempo disfruté sobrepensar en posibles resultados de acuerdo a mi árbol de decisiones. Disfruté mucho del caos clavado en mi mente como enredadera, incluso en algún punto de mi vida debí decir que amaba guiarme por el caos. Pero todo pasa... Ahora sólo disfruto la armonía de un lugar despejado y minimalista con un rico café paseando por mi boca. Disfruto de la ciudad sin tráfico y la luz de la luna que rara vez se deja ver, y quizás de tener la oportunidad de alguna caminata espontánea después de que el calor intenso baje y antes de la hora de la cena. Disfruto de leer un buen libro mientras lo sostengo con mi mano derecha retando la elasticidad de mis brazos. Me encanta estirarme mientras escribo. Me encanta estirarme mientras agradezco. Es como mi peculiar y quizás extraña representación del agradecimiento por la vida. Y tal vez una manera de recordarme que debo hacer ejercicio y no dejar de moverme. Ya no me in...